Ya que quieres, cruel, que se publique
de lengua en lengua y de una en otra gente
del áspero rigor tuyo la fuerza,
haré que le mesmo infierno comunique
al triste pecho mío un son doliente,
con que el uso común de mi voz tuerza
y al par de mi deseo, que se esfuerza
a decir mi dolor tus hazañas.
Escucha, pues, y presta atento oído,
no al concertado son, sino al ruído
que de lo hondo de mi amargo pecho,
llevado de un forzoso desvarío,
por gusto mío sale y tu despecho.
El rugir del León, del lobo suelto
El temeroso aullido...
de lengua en lengua y de una en otra gente
del áspero rigor tuyo la fuerza,
haré que le mesmo infierno comunique
al triste pecho mío un son doliente,
con que el uso común de mi voz tuerza
y al par de mi deseo, que se esfuerza
a decir mi dolor tus hazañas.
Escucha, pues, y presta atento oído,
no al concertado son, sino al ruído
que de lo hondo de mi amargo pecho,
llevado de un forzoso desvarío,
por gusto mío sale y tu despecho.
El rugir del León, del lobo suelto
El temeroso aullido...